En Port Stephens se contabilizan más de 26 playas de arena dorada, y la mayoría de ellas son ideales para hacer piragüismo, esnorkel, buceo, vela pesca... o simplemente nadar. También hay lugares para practicar surf como One Mile Beach y Box Beach. Port Stephens es ideal para unas vacaciones en familia o para un viaje de deportes.
Fui a hacer un picnic a la playa de Nelson Bay, la principal localidad de Port Stephens. Hay un pequeño puerto deportivo con bonitos jardines alrededor. Los lugares son tranquilos, el mar es cristalino, y no hay ningún edificio que desfigure el paisaje. La bahía está en perfecto estado de conservación. Os entrará la sensación de estar de vacaciones... a solo dos horas de camino de Sidney, y a una hora de Newcastle. Un auténtico soplo de aire fresco, alejados de las ciudades.
Lo que más me impresionó de esta región, aparte de sus estupendísimas playas, fue la duna de Stockton Bight. Al llegar, se descubre un impresionante panorama salvaje: una vista de la playa y de las olas rompiendo contra el litoral de arena sin ninguna construcción cerca... uno se evade por completo. A continuación, girando la vista hacia las dunas, se pueden ver los todoterrenos... y dromedarios. ¡En ese momento me parecía más que estaba en cualquier parte del Sáhara que en Australia! La arena se extiende más allá de donde se pierde la vista. Esta es, además, la duna más larga de Australia, con sus 35 km de longitud llegando hasta Newcastle. Los atractivos en cuanto a ocio en la arena son muchos: además de poder dar una vuelta en un todoterreno o montados en camello, también se puede disfrutar practicando sandboarding (una tabla de surf en la arena). Al contrario de lo que me sucedió con el snowboard, no me fue fácil aprender este deporte, porque la tabla no se desliza bien sobre la arena y es muy difícil de controlar. ¡Pero la experiencia vale la pena vivirla!