Reina un ambiente único, lejano, como si del fin de mundo se tratase. Shangri La merece una parada en su casco antiguo y en el Monasterio Songzanlin, que lo corona. Es uno de los más bellos de la región, donde viven todavía alrededor de 600 monjes. No muy lejos, los ondulados campos están poblados de yaks y de lagos secretos, perfectos para dar bonitos paseos.
¿Lo sabías? Originalmente, Shangri La era el nombre de un lugar mágico e imaginario descrito por James Hilton en su novela Horizontes perdidos (1933). En 2001, muchas localidades chinas pretendían el título, pero el gobierno decretó que este extraordinario lugar no era otro que Zhongdian, rebautizado desde entonces como Shangri La. Un verdadero impulso publicitario para la ciudad, que ha visto como su crecimiento turístico ¡se disparaba!