A este pueblo de agua antiguo se le considera uno de los pueblos más bonitos de China. Aunque Tongli se ha transformado un poco para sacar partido a la llegada de los turistas, ha sabido conservar su encanto y su particular ambiente.
El embrollo de puentes y canales da la impresión de flotar, como si Tongli estuviese colocada directamente sobre el agua. Es un placer recorrer sus canales, admirar la arquitectura construida al ras del agua y ver algunos fragmentos de la vida cotidiana de sus habitantes.
Entre las calles adoquinadas, con sus casas de puertas de ladrillo esculpidas al detalle, Tongli tiene unos sitios excepcionales. Destacan, sobre todo, los tres puentes de piedra (Taiping, Jili y Changqing), símbolos de protección del pueblo, así como las salas Chongben y Jiayin. El famoso jardín Tuisi es otro de los orgullos de Tongli. Por último, los más curiosos no deberán perderse la visita de un museo un poco especial, que retrata las costumbres sexuales de la antigua China.