4 / 5 - Una opinión
Es un lugar ideal para el senderismo y descubrir la cultura tibetana.
Ubicado entre tranquilas praderas y montañas sagradas, el monasterio budista de Lhagang es uno de los más activos de la región. Durante la visita, nos cruzamos con numerosos monjes aún en activo. Escapó milagrosamente de la Revolución Cultural, conservando sus dorados y sus fachadas de colores en perfecto estado, que datan de la época de la dinastía Qing. Posee una magnífica réplica de la estatua dorada de Jowo Buda, cuyo original se encuentra en el Templo de Jokhang (Lhasa).