Durante siglos, fue un cruce de culturas e influencias, con su ubicación privlegiada en la Ruta del Té. Como testimonio de este legado, todas las religiones están representadas en la ciudad con los templos budistas de Jinggang y Namo, la mezquita y la iglesia románica católica.
Alrededor de Kanding, bellas montañas forman un paisaje natural adonde los caminantes acuden en los días soleados. Es un entorno ideal para practicar senderismo y hacer rutas en bici. Para los menos activos, un teleférico conecta la localidad con las cumbres. Al caer la tarde, después del esfuerzo, nos encantó relajarnos en las aguas termales de Er Dao Qiao.
Por último, el Parque Nacional de Mugecuo (a 3.200 metros de altitud) es otra excursión muy popular, y está a unos veinte kilómetros de Kanding. Lagos, bosques, montañas y praderas se pueden admirar también en las pinturas budistas hechas en las rocas. ¡Unos paisajes espléndidos que no debes perderte!