Cada mes de marzo, el campo entero se cubre de un fabuloso manto dorado, salpicado de colinas oscuras. Es un espectáculo sensacional, efímero como la primavera, y atrae a muchos visitantes.
A los fotógrafos más viajeros: aquí encontraréis el paraíso de la Madre Naturaleza. A lo largo del día, los colores se van haciendo cada vez más brillantes. Se intensifican para adquirir finalmente las tonalidades de la puesta de sol. La colina Jinjifeng es uno de los mejores puntos panorámicos para admirar este paisaje único. ¡Al amanecer salen unas fotos increíbles!
¿Te apetece hacer un paseo refrescante y revitalizante? Ve a descubrir también las cascadas de Jiulong. Es un valle con diez saltos de agua. La más impresionante de todas tiene once metros de ancho y una caída de cincuenta y seis metros.