Este antiguo puesto de avanzada militar después se reconvirtió en una casa de postas y próspera ciudad comercial donde se reunían muchos comerciantes de la región.
A pesar de su reducido tamaño, Qingyan sigue conservando muchos restos de gran belleza, empezando por sus casitas de distintas formas y colores. Entre los lugares imprescindibles, destaca sobre todo el pórtico conmemorativo de Zhao Lilun, una auténtica obra de arte cargada de historia. El pueblo tiene algunos restaurantes y casas de té, así como muchas tiendas de artesanía local y ropa tradicional. Por último, Qingyan tiene la particularidad de que en ella conviven cuatro religiones: el budismo, el taoísmo, el catolicismo y el cristianismo.
Construida en 1378 con objetivos militares bajo la dinastía Ming, esta ciudad fortificada hoy en día es como un libro de historia al aire libre.
También es una etapa representativa del multiculturalismo de la región (allí conviven 4 religiones pacíficamente) y de la evolución arquitectónica hasta la rica dinastía Qing. Allí se puede visitar una sucesión de bonitos monasterios, templos, pagodas, jardines y palacios.
Las murallas levantadas sobre un acantilado, las cuatro puertas flanqueadas en los cuatro puntos cardinales y el pórtico conmemorativo de Zhao Lilun son obras maestras emblemáticas de la ciudad que no te puedes perder. Observa de cerca las esculturas en piedra y en madera que las recubren. Hacen referencias a varios mitos y leyendas y tienen un vínculo con el pasado.