A 150 kilómetros al norte de la ciudad, se accede a la reserva natural de Kanas, que está considerada como uno de los lugares naturales más bonitos del país.
La reserva de Kanas sorprende a sus visitantes por sus paisajes variados: glaciares, bosques de coníferas, montañas salvajes, praderas verdes... El lago Kanas, situado en la cadena montañosa de Altai, se conoce asimismo con el nombre de la «paleta de Dios» debido a la variedad y a la belleza de sus colores. Un consejo para los amantes de los animales: ¡sacad vuestras cámaras! Te aguardan leopardos de las nieves, linces, ciervos, liebres árticas y un sinfín de aves.
Y para los apasionados de la cultura, ve a conocer las tribus mongoles y kazajas semi nómadas. Están presentes en la región desde hace cuatro siglos y sobreviven gracias a la cría de animales y a la caza, respetando siempre sus tradiciones y sus costumbres.