Sus paisajes alternan montañas onduladas con una vegetación exuberante, ríos y arroyos. Su costa, de 3.300 kilómetros, tiene además 1.400 islas, y un montón de bahías y playas.
Si eres aficionado a la historia y el patrimonio, Fujian debería ser el primer destino de tu lista. Tierra de revoluciones, de ciencias y de letras, esta provincia china, poblada desde hace 10.000 años, ha sido la cuna de muchos intelectuales y artistas. Su herencia arquitectónica refleja influencias del budismo, del cristianismo y del islam. Así lo demuestran los 14 templos budistas importantes que hay en esta región. También allí se encuentra una de las mezquitas más antiguas del país, el templo Qingjing en Quanzhou.
Fujian es conocida por sus aguas termales, su artesanía, su gastronomía y su té. Por mencionar solo los imprescindibles, deberás ver el monte Wuyi, Qingyuán, la roca Wanshi y el monte Taimu.