Cuando pensamos los viajes a Escocia, nos vienen a la cabeza tópicos como el whisky, los castillos encantados, el mal tiempo y el monstruo del Lago Ness Pero los viajeros que la visiten pronto verán que este fabuloso país (lo decimos sin pelos en la lengua) sobrepasa, con mucho, estos prejuicios. La comunidad Evaneos no se equivoca en esto: numerosos viajeros han visitado el país y comparten sus consejos y opiniones. ¡He aquí algunas ideas para organizar tu propio viaje por carretera !
Edimburgo, su capital, de arquitectura austera pero con el alma creativa, te impresionará por su dinamismo. Glasgow será una etapa propicia para los bares y salidas nocturnas antes de encontrar la serenidad y la calma del Parque Nacional del Lago Lomond y los Trossachs, perfecto para la pesca y las excursiones dominicales. El celebérrimo y cinematográfico valle de Glencoe también estará, sin duda, en tu ruta para despertar tu asombro.
Al norte, son los Highlands ("tierras altas") los que llenarán de satisfacción a los amantes de los grandes espacios. Aquí, más que en ninguna otra parte, el clima tiene una influencia considerable en la valoración de tu jornada, especialmente en la isla de Skye, que concentra un buen número de destilerías artesanales así como algunas maravillas naturales. Un día de niebla te encerrará en una atmósfera mística. Un día de buen tiempo con nubes dispersas empujadas por el viento y verás fabulosos contrastes en los páramos y en los abruptos relieves. El punto culminante del espectáculo se alcanza en Torridon, uno de los lugares más espectaculares de Escocia con montañas que se sumergen en los lagos.
Más allá de los lugares, los lagos, la costa, las montañas, los numerosos castillos, las ruinas, los pubs, los acogedores B&B (Bed and Breakfast), puedes encontrar toda una serie de ambientes diferentes en Escocia: puertos pesqueros de gran colorido, montañas nevadas en invierno, bosques de colores en otoño, ciudades de piedras antiguas. Todo ello hace de Escocia un destino variado y lleno de encanto.