
Pequeña guía culinaria para descubrir la cocina balinesa ¡antes de probarla!
Bali es una isla única, con una fuerte identidad cultural. Su cocina tiene esas características y a los balineses les encanta, por ejemplo, el babi guling, un cochinillo asado a la brasa que, además de afirmar su identidad hindú en la inmensa Indonesia musulmana, es un plato festivo cuya preparación moviliza a todo un pueblo. La cocina es, definitivamente, social y cultural en Bali, llena de tradiciones y diferente en cada región.
Rica y fértil, todo crece en la tierra balinesa, así que la cocina es una variación de diferentes frutas y verduras, especias y condimentos. La ganadería también está bastante extendida: patos, cerdos, gallinas y cabras, según la región.
El arroz es el ingrediente unificador, ya que, casi siempre, está presente en los platos. Creada en Bali, la cocina al vapor es de excelente calidad y revela un aspecto sagrado para los balineses.
No exactamente, porque en la isla de los Dioses, tradicionalmente, no hay mesas para comer. Tampoco hay platos ni cubiertos, pero que no cunda el pánico, te los ofrecerán por todas partes. Los balineses comen con la mano derecha directamente de la fuente de servicio, de la que todos los invitados se sirven. Las comidas son menos formales que en España, los balineses comen bastante rápido y, por lo general, no hablan mucho durante la comida. Pero sigue siendo un momento especial para compartir en familia.
Sentado en un warung (pequeño restaurante tradicional), con la carta en las manos, te sentirás perdido. Es comprensible, los menús no siempre están escritos en inglés y la lengua balinesa no es muy parecida a la nuestra. Sin embargo, sería una lástima que te perdieras la oportunidad de probar los siguientes platos:
El queso está descartado, ya que los productos lácteos no forman parte de gastronomía balinesa. Los postres no están muy presentes, pero sería una pena no disfrutar de las muchas frutas tropicales: frutos de jaca, la fruta serpiente, rambután, aguacate, mango y coco fresco están disponibles en los mercados o en pequeños puestos a lo largo de las carreteras, y son deliciosos y muy baratos.
Para apoyar a la economía local, ¿por qué no comprar una cesta de regalo para llevarte a casa? La flor de sal cultivada en la costa este, especialmente enAmed, los pimientos de Bali, el " kopi luwak", el aceite de coco y unas cuantas bolsas de cacahuetes hervidos ¡deberían prolongar tu viaje hasta tu cocina!