Esta laguna de aguas calientes de color turquesa es, seguramente, el sitio más conocido de Islandia. Y también el más visitado.
Aconsejo:
Intenta ir a primera hora de la mañana o a última de la tarde para que haya (algo) menos de gente.
Mi opinión
¡Ah, la Blue Lagoon! Es un sitio mítico en cualquier viaje a Islandia, de visita obligada para todos los turistas que pasan por el país. ¡Por algo hay tanta gente!
La primera vez que fui a la Blue Lagoon, fue hace algunos años. En esa época, el lugar ya era popular, pero era fácil moverse por sus aguas silícicas de un color casi surrealista. Era un placer tener el cuerpo caliente, la cabeza más fresca y admirar así las estrellas.
Sin embargo, como el país recibe más y más gente cada año, el lugar se ha convertido en los Campos Elíseos de Islandia, es decir, un lugar caro, ruidoso y mucho menos agradable. Prefiero mil veces a su hermano menor, los baños naturales de Myvatn, en el norte del país.
Incluso prefiero de lejos las piscinas de aguas naturales de verdad que se encuentran por todo el país, pero que hay que conocer de antemano, porque los islandeses las guardan celosamente del turismo de masas. Pero, bueno, para los que no tengan tiempo o quieran probarlo, sí, la Blue Lagoon sigue siendo un lugar agradable y relajante, aunque para los más curiosos y atrevidos, Islandia cuenta con decenas de piscinas naturales menos caras y más auténticas. Tú decides.
