Bellano es un pueblo agradable, donde me gustaba pasear. El legado arquitectónico de las últimas décadas sigue siendo muy presente en Bellano y está bien conservado. En el laberinto de callejuelas de la ciudad vieja, pude admirar las casas más, en estilo barroco, una iglesia parroquial del siglo XIV dedicada a los Santos Nazzaro y Celsio, decorada con hermosos frescos de la escuela lombarda. ¡Hay quien dice que algunas casas incluso han conservado su fisonomía medieval!
Os recomiendo ir hasta el casco antiguo, hasta el arroyo Pioverna. Allí, tuve la oportunidad de admirar el surco natural del Barranco. La única forma de llegar es atravesar las pasarelas suspendidas... ¡abstenéos los que sufráis de vértigo! Según los lugareños, este surco está tallado en la roca desde hace más de 15 millones de años. ¡El paisaje es excepcional! Os recomiendo finalizar la caminata haciendo una parada en la orilla del lago.