Al acercarte a San Gimignano, atisbas sus quince torres que destacan sobre el panorama urbano de esta pequeña ciudad medieval perfectamente conservada que parece como colocado en la cima de las verdes colinas llenas de cipreses. Sus quince torres resumen por si mismas el poder de la ciudad de San Gimignano en la Edad Media, cuando para probar su importancia cada familia construía torres, cada una más alta que la anterior. ¡La ciudad contaba con hasta 72!
A pesar de haber conocido un declive progresivo a lo largo de los años, San Gimignano "renace de sus cenizas" con el desarrollo del turismo en Toscana, lo que convierte a la ciudad en un destino italiano privilegiado por los visitantes que confluyen en sus intrincadas callejuelas medievales. En consecuencia, debes saber que la ciudad puede estar llena a rebosar de gente en pleno verano.
Lo que más me fascinó al llegar a San Gimignano fue la decena de torres que sobresalen. Una imagen que permanece en la memoria. Para admirar una vista en 3 diemnsiones de la ciudad, dirígete al San Gimignano del 1300: un museo que expone espléndidas maquetas de cerámica de la ciudad en la Edad Media, ¡un trabajo muy minucioso!
Me gustó la piazza della Cisterna et y la del Duomo de San Gimignano: un grandioso decorado urbano con sus palacios y su catedral románica, la Collegiata. Te aconsejo visitar la Collegiata por sus frescos del Génesis, del Antiguo Testamento y del Juicio Final de los artistas Bartolo di Fredi y Taddeo di Bartolo.
La pintura ocupa un gran lugar en San Gimignano, te recomiendo la pinacoteca del museo cívico por las cuadros de Filippino Lippi. Para lienzos más contemporáneos, tómate el tiempo de ver los de la Galleria Continua, una de las mayores galerías de arte contemporáneo. Expone a muchos artistas entre los que se encuentra Daniel Buren.