No vayas sin guía. Ir al Jebel Saghro requiere conocer bien la región. Yo lo comprendí rápido, porque la región es ardua con sus relieves graníticos, sus agujas y sus gargantas. Es difícil orientarse solo. Yo tardé horas en preparar mi itinerario.
Creo que el Jebel Saghro se recuerda durante mucho tiempo, con sus aristas afiladas, su largo acantilado que se tarda horas en recorrer y sus duras pendientes. Los puntos más altos del jebel culminan a más de 2.000 metros. Es un marco de belleza incomparable. Una naturaleza salvaje de relieves variados y salpicada por palmeras, dátiles, almendros y cultivos de cebada y maíz. En coche, pude subir hasta el cuello de Tizi-n-Tazazert (2.200 mètros) y admirar las vistas del macizo hacia el oeste.
También podrás descubrir allí, durante tus vacaciones en Marruecos, los buitres y halcones de Berbería. Planifica una acampada allí, ya que los refugios son bastante escasos. También puedes alojarte en casa de algún habitante local, lo cual se agradece en invierno.