Una pequeña ciudad poco conocida de la costa sudafricana.
Aconsejo:
Puede ser una etapa agradable del viaje, pero lo cierto es que no hay nada especial que ver.
Mi opinión
Pasé poco tiempo en East London y los recuerdos que conservo tampoco son excepcionales. Se trata de una ciudad pequeña con encanto situada en la costa en la que podrás disfrutar de un club de yates y un restaurante, donde te atenderán de maravilla y comerás a orillas del río. En cambio, el resto del lugar es bastante parecido a muchas de las ciudades de esta zona del país, mucho más occidentalizado que las ciudades de interior. La ventaja de este sitio es que las carreteras están bien asfaltadas y se puede acceder muy fácilmente.
Una idea para cuando finalices un largo día de camino es ir a darte un paseo de bienvenida por la playa tan bonita que bordea la ciudad y que da al océano Pacífico. Muchos de los habitantes del lugar se bañan allí incluso vestidos, lo que me hizo mucha gracia. Además, por la zona también hay un albergue juvenil que tiene muy buena pinta. Yo no lo he probado porque ya estaba alojada en un velero, pero parecía estar bien. Sin embargo, hay que decir que fue una pena que algunos de los habitantes del lugar nos desaconsejasen a mis amigas y a mí ir a las dunas tan bonitas que bordean la playa, porque la verdad es que allí apenas hay turistas...
En resumen, se trata de una etapa que puede ser divertida si te quedas en el lado de la playa o en las afueras, pero tampoco te esperes que pase algo sensacional.
