Me gustaron mucho las dunas y la playa de la reserva, muy salvajes y bien preservadas. Nos cruzamos con antílopes (muchos bonteboks)y cebras de las montañas de la región. Es un enfoque distinto al de un safari; me sentí más cercana a la naturaleza, puesto que de este modo la reserva puede visitarse a pie o en bicicleta. Hazte con un buen mapa en la recepción y, si puedes, duerme en el sitio.
Reservé una casita con amigos, totalmente equipada, en el camping público, pero es necesario tener vehículo propio, ¡y llevar tus propias provisiones! Disfruté de la playa desierta.
La De Hoop Nature Reserve no es una etapa obligada en Sudáfrica, pero, si te tomas tu tiempo, es una visita muy agradable; un lugar natural ideal para la familia, puesto que hay múltiples actividades a realizar.