Alice Spring no tiene un gran interés pero es un paso obligatorio para llegar a Uluru que está a varias horas en autobús.
La ciudad está situada en pleno desierto, al igual que la pista de aterrizaje del aeropuerto, ¡lo que es toda una experiencia! También podrás ver un centro de flying doctors, se trata de médicos que se desplazan en avión a las granjas aisladas, así como un clínica para canguros que han sido atropellados por coches y ¡que consiguen sobrevivir! En Alice Spring también pude experimentar lo que es vivir en el outback australiano... en medio de la nada.
Me quede un día en Alice Spring antes de descubrir el desierto australiano y descubrir la cultura aborigen en Kata Tjuta y Uluru, ¡lugar que no te puedes perder durante tu periplo australiano!
Pasé por Alice Springsdurante unviaje por carreterapor el centro de Australia. Esta ciudad produjo en mí sentimientos encontrados tanto de fascinación como de rechazo. Confinada en una de las zonas más hostiles del mundo, Alice Springs me mostró a primera vista el encanto de una pequeña ciudad de arquitectura colonial inglesa de finales del siglo XIX, con sus numerosos cafés, tiendas de arte aborígen y agencias de excursiones turísticas.
Sin embargo, detrás de las fachadas, me di cuenta de que existía un verdadero problema social y de integración de los aborígenes, que representan alrededor del 20% de la población. Estos aborígenes se ven afectados por graves problemas de drogas y alcohol, y no parecen beneficiarse de la economía turística local, que paradójicamente se centra en el arte y el turismo indígena.
Punto casi obligatorio de paso durante una estancia en Australia, allí os enfrentaréis de lleno con uno de los puntos negros de la conciencia del estado australiano. Instructivo por partida doble.
Alice Springs es un lugar imprescindible en un recorrido por Australia. Completamente alejada de las megaciudades de la costa este, Alice Springs ha trabajado sus diferencias.
Pasé una semana en Alice Springs e inmediatamente me sentí muy bien. Allí te recomiendo que alquiles un coche y recorras la región. Ayers Rock y Kings Canyon están por ejemplo a 450 km. Un pequeño salto para un país-continente como es Australia. Sin haber dejado la ciudad, me ocupé bien en Alice Springs. Te recomiendo las visitas de los Médicos Voladores, el Centro de Reptiles y el Centro de Ayuda para los Bebés Canguro. También puedes ir a conocer las pinturas aborígenes en una de las galerías de arte de la ciudad. Lamentablemente los aborígenes con los que me crucé por la calle están en su mayor parte muy afectados por el alcoholismo. Una auténtica epidemia aquí. Alrededor de la ciudad el desierto ocre que se extiende hasta donde llega la vista, se presta perfectamente para realizar un bautismo en globo. Para comer, los restaurantes sirven emú, canguro, dromerario y cocodrilo. Al menos este ya no te morederá. ¡A la mesa!