Ve en verano para disfrutar el mar incluso si la ciudad es encantadora en cualquier estación.
Antes de llegar a Port Fairy, me desesperaba por no poder encontrar una ciudad portuaria que me recordarse de alguna manera el encanto de los puertos españoles. Port Fairy me convenció totalmente. Es una pequeña y adorable ciudad situada a algunos kilómetros al oeste del final de la Great Ocean Road, esa fabulosa ruta costera. Efectivamente, Port Fairy desvela un adorable puerto, así como numerosas casas declaradas patrimonio histórico que hacen que el centro de la ciudad sea agradable.
Seguramente Port Fairy no sea una etapa imprescindible de una estancia en el continente australiano, pero si estás en la región, en camino entre Adelaida y Melbourne, es un lugar perfecto donde hacer una etapa, sobre todo puesto que fuera de la ciudad encontrarás magníficas playas y, no muy lejos, los doce apóstoles.