En la desembocadura del río Clyde, la bahía de Batemans o Batemans Bay es la ciudad costera más cercana a la capital australiana, Canberra.
A algunos kilómetros encontradas playas mucho más agradables y pequeñas ciudades más acogedoras.
Durante mi visita a Batemans Bay, esta ciudad portuaria me pareció más una ciudad de paso que un destino en el que habría que quedarse. Situada entre Sídney y Melbourne, como mucho puede representar una etapa australiana entre las dos grandes ciudades del país.
¡Efectivamente, Australia tiene suficientes costas como para ser exigente en cuanto a destino a orillas del mar!
Batemans Bay, que cuenta con unos 10.000 habitantes, no está totalmente desprovista de encanto, con un ambiente bastante relajado y precios un poco más abordables que el resto de la costa, por lo que atrae cada vez a mas familias jóvenes que vienen para instalares y dinamizar la ciudad que antes sólo contaba con pescadores y jubilados entre sus habitantes.
Batemans Bay es un lugar ideal para practicar buceo. La reserva costera se extiende sobre 85 000 hectáreas de estuarios, arroyos, ríos y lagos: una gran variedad de vida marina y de hábitats. Desde allí pueden observarse delfines, focas, tiburones y rayas.
La reserva tiene pocas restricciones, por lo que pescadores de todos los niveles pueden ir por allí a sus anchas. Hay barcos que salen de Batemans Bay y que permiten practicar la pesca del pez aguja, reservada a los más expertos.
A cinco kilómetros al sur de Batemans Bay, pude disfrutar de los jardines botánicos regionales de Eurobodallam durante mi visita por este rincón de Australia. Albergan una gran variedad de fauna y flora. La flora original de esta zona comprende más de 2000 especies; la fauna endémica incluye canguros, ualabíes, filandros grises, bandicuts, equidnas, serpientes, lagartos, ranas y muchas especies de aves. En este lugar podrás también hallar un área de pic-nic y barbacoa, un centro de información y un café. Ideal para pasar una tarde entre la vegetación.