Durante un viaje por India, visitamos el valle de Ziro para conocer la sorprendente etnia apatani. En las aldeas de Hong, Hijo y Hari, nos sumergimos en un ambiente místico y hacemos una inmersión en la vida cotidiana de los clanes. Animistas, los apatani veneran la luna y el sol. Sus chamanes leen el futuro en los huevos de gallina y realizan curiosos rituales.
Pude dormir en las casas de varias familias encantadoras, ir al templo con ellas, consultar a un chamán, probar rata e incluso beber "apong", la cerveza de arroz a la que los apatani son tan aficionados. Incluso si su forma de vida es tan diferente de la nuestra, el contacto se establece fácilmente. Están muy orgullosos de su cultura y son muy curiosos sobre otros modos de vida.
El valle de Ziro está tapizado de arrozales en los que los habitantes practican la piscicultura. Desplazarse en moto ahí es también muy agradable. Podemos igualmente observar la flora y la fauna, entre la que destaca el emblemático mithun. Una estancia inolvidable, probablemente mis mejores recuerdos de India.