Tanjore est sorprendentemente tranquila, para tratarse de una ciudad india. Culturalmente es muy rica y tiene un templo espléndido.
Aconsejo:
Os aconsejo que vengáis en enero para el festival de música india, el más grande del país.
Mi opinión
En Tanjore viví las emociones gastronómicas más intensas de mi
viaje a la India. Lo ideal es entrar en un local típico indio escogido al azar. Tus dedos serán tus únicos cubiertos y una gran hoja de banano hará las veces de plato. Los camareros se divierten y sienten curiosidad al ver occidentales en este ambiente. Thali es el plato único del menú. Está compuesto de arroz, dal (lentejas), diferentes salsas más o menos especiadas con curry o cuajada (yogur), o con chutney (cuidado con este último, es el más intenso, con su mezcla de pimientos verdes). Para acompañar, chapatis. Todo a voluntad. Los camareros se reían mientras me observaban comer. Las risas fueron a más cuando probé las salsas más picantes. Se pasean por el comedor con grandes boles y hacen amago de rellenar los platos de los clientes cada vez que pasan al lado de una mesa. Una vez comidos, es hora de nutrir el espíritu.