Hunder forma parte de esos paisajes inolvidables y únicos en el mundo. Después de Diskit, la arena dorada se hace más densa en el fondo del valle. Podríamos creer, incluso, que estamos en el Sahara, si no fuese por las altas montañas nevadas del fondo.
¿El punto culminante del espectáculo? ¡Los dromedarios! Pellízcate, no es una broma. Con certeza, son más peludos que sus primos marroquíes y sus reservas de agua son más suaves, pero eso los hace aun más lindos. Mi compañero de ruta me señaló, sin embargo, que su aliento dejaba que desear. Tuve la gran fortuna de ver unas crías. Como pierden su pelo en verano, se ven como las avestruces.
No esperaba ver, durante miviaje por India, un desierto frío con dromedarios cargados resoplando en el medio de montañas nevadas... Un sueño, ¿verdad?