Los sudafricanos son especialmente hospitalarios y, en general, están de buen humor. Su ritmo de vida es bastante relajado. Así que es fácil comunicarse con ellos.
Para hacerte entender durante tu viaje por Sudáfrica, tendrás que hablar inglés. Te será muy útil para saludar correctamente a tus interlocutores, ya que, además del apretón de manos o la amistosa palmada en el hombro, los saludos van acompañados de un "¿cómo estás?".
Dejar propinas es una práctica habitual en Sudáfrica. Aquí. En bares y restaurantes, las propinas ascienden normalmente al 10 %.
Los aparcamientos (en la ciudad y los supermercados) y las áreas de estacionamiento junto a la carretera suelen estar controlados por guardas y vigilantes. Estos te preguntarán si quieres que te vigilen el coche durante tu ausencia. Acepta, por supuesto. Dales una propina de 2 R o más, dependiendo del tiempo de estacionamiento.
Cuando hagas un alto en una estación de servicio, los empleados se encargarán de llenarte el depósito, comprobar los niveles de aceite y agua y la presión de los neumáticos, así como limpiarte el parabrisas. Este servicio típicamente sudafricano te costará 2 R o más.
La propina para los mozos de equipajes de los aeropuertos es de unos 5 R por maleta. Lo mismo se aplica a los autobuses.
Todos estos «trabajitos» son el reflejo de una sociedad donde la pobreza sigue siendo alta.