Madagascar, el Gran Viaje: Tsingy, Baobab y Laguna

Tomamos la carretera hacia Antsirabe. Este primer descubrimiento de las tierras altas es un verdadero cambio de escenario. La carretera pasa por magníficos arrozales, bosques de mimosas y pueblos tradicionales. Almuerzo libre en ruta. Parada en los mercados y pueblos típicos. Llegada a Antsirabe a media tarde y registro en el hotel. Visita a pie de la ciudad. Alojamiento con desayuno en Les Chambres du Voyageur.

Tras el desayuno, nos dirigiremos hacia Miandrivazo, puerta de entrada a los paisajes salvajes del oeste de Madagascar. La carretera atraviesa las tierras altas antes de adentrarse poco a poco en las llanuras más áridas. Se ofrece aquí una hermosa transición de paisajes: verdes colinas, pueblos tradicionales, arrozales en terrazas y sabanas doradas. A lo largo del camino, hay paradas ocasionales para observar la vida rural, los mercados locales y, dependiendo de la temporada, los campos de tabaco. Al final del día, llegamos a Miandrivazo, punto de salida ideal para dar un paseo en piragua o relajarse en un ambiente auténtico. Alojamiento con desayuno en el hotel Princesse Tsiribihina.

Salida temprano para un día entero en coche hasta la Reserva de Kirindy. La ruta atraviesa la parte oeste de Madagascar en todo su esplendor: paisajes de sabana, pueblos aislados y baobabs esparcidos anuncian la entrada gradual en la región de Menabe. La carretera ofrece un verdadero cambio de paisaje. Almuerzo en Morondava o echar un vistazo a la ciudad costera, para luego continuar la pista hacia Kirindy. Llegamos al final del día a Kirindy. Famosa por su biodiversidad única, lémures, fosa, camaleones y aves endémicas prosperan en un entorno virgen. Disfrutamos de la primera inmersión en la naturaleza a última hora de la tarde. Alojamiento con desayuno en el hotel Relais du Kirindy.

Alrededor de 10 horas de pista con paradas, 200 km Visita matinal del parque y después seguimos por pista hacia Bekopaka. Entre bosques de baobabs, sabanas doradas y travesías fluviales en transbordador, el viaje es una aventura en sí misma, marcada por los pueblos típicos y la vida local. Almuerzo libre. Tras varias horas de carretera, llegamos a Bekopaka, puerta de entrada al majestuoso Tsingy. Alojamiento con desayuno en el hotel Orchidée du Bemaraha.

Después del desayuno, salida hacia los Grandes Tsingy, a 17 km de Bekopaka. Los Grandes Tsingy son picos de formaciones rocosas calizas muy afiladas de color gris oscuro. A pie, descubrimos el bosque secundario, cuevas (llevar linterna frontal), diaclasas y vistas panorámicas de este macizo único. Cruzamos un puente colgante. Todo el recorrido es perfectamente seguro y está muy bien equipado por el parque nacional, que proporciona cinturones de seguridad. Si no está demasiado cansado, se puede continuar el paseo por un circuito reciente llamado “Broadway”: un recorrido de más o menos 1 hora por galerías subterráneas. Almuerzo libre. Alojamiento con desayuno en el hotel Orchidée du Bemaraha.

Alrededor de 10 horas de pista con paradas, 200 km Tomamos el coche de vuelta a Belo-sur-Tsiribihina. A mediodía, realizamos una travesía folclórica por el río Tsiribihina antes de continuar hacia Morondava. Parada en la famosa «Avenida de los Baobabs» al atardecer. Almuerzo libre en Belo-sur-Tsiribihina. Alojamiento con desayuno en Renala Sable d’Or.

Alrededor de 3 horas de pista con paradas, 80 km Después del desayuno, tomamos la pista hacia Belo Sur Mer. Cruzaremos varios ríos por el camino, luego pararemos en el encantador pueblo de pescadores de Ankevo antes de llegar a las salinas de Belo. Aquí se marca el final de la ruta del Medio Oeste. Almuerzo libre en el hotel. Cena y alojamiento en el hotel Entremer.

Este día le ofrece la oportunidad de crear su propio programa. Belo Sur Mer es un lugar extraordinario, con todos los ecosistemas marinos existentes: laguna, ibón, islotes, manglares, dunas, etc. Todo se puede explorar. También puede aprovechar este día para descansar tras los largos días de coche desde el inicio del viaje. Almuerzo por su cuenta. Cena y alojamiento en el hotel.

Alrededor de 5 horas de pista con paradas, 115 km. Atravesamos mesetas cubiertas de sabana arbustiva y pobladas de magníficos baobabs. Descubrimos esta pintoresca pista con sus pasos pedregosos. A la llegada a Manja, antigua cuna del reino Sakalava, nos registramos en nuestro hotel. Nota sobre el Hotel Kanto: aunque es sencillo y básico, este hotel es imprescindible para alojarse en Manja. Las instalaciones son básicas y las habitaciones modestas, pero suficientes para garantizar el descanso tras un día de viaje. Almuerzo por su cuenta. Alojamiento con desayuno en el Hotel Kanto.

Alrededor de 8 horas de pista con paradas, 215 km Al amanecer, partimos a través de un bosque de árboles caducifolios y euforbios, siguiendo una serpenteante carretera costera entre manglares y majestuosos baobabs, entre ellos el famoso «Adansonia». Paramos en el pueblo de Bevoay para cruzar el río Mangoky, que es uno de los transbordadores más rústicos de la isla. Después, continuamos en una pista de arena hasta llegar a Andavadaoka. Almuerzo picnic por su cuenta, a organizar con el guía. Alojamiento con desayuno en Laguna Blu.

Alrededor de 3 horas de recorrido con paradas, 85 km. Seguimos en un sendero de arena blanca y cristalina a lo largo de la magnífica playa de aguas turquesas de la costa oeste de Madagascar. Además de este fascinante paisaje oceánico, atravesamos parcelas de bosque caducifolio, típicamente malgache y endémico. Esta vista es la vida cotidiana de los Vezo, los aldeanos de Ankasy. Almuerzo en el lodge. Alojamiento con desayuno en Ankasy Lodge.

Durante este día, sin programa predefinido, hay que disfrutar de esta estancia balnearia libre. Sin embargo, el lodge propone también algunas actividades para todos los gustos. Alojamiento con desayuno en Ankasy Lodge.

Alrededor de 7 horas de recorrido con paradas, 330 km. Después del desayuno, seguimos más al sur, en territorio de Bara. Se trata de un escenario completamente nuevo, que nos aleja de la brisa marina y nos sumerge en un clima subárido de altísimas rocas. Almuerzo libre en el camino. Alojamiento con desayuno en Isalo Ranch.

El parque es un contraste de paisajes. A veces hay cañones con paredes vertiginosas, otras, rocas con formas asombrosas: un león, una bota, una cabeza o una reina con su corona. El parque alberga varias especies de lémures, aves, reptiles, insectos y anfibios, muchos de ellos endémicos. En cuanto a la flora, sin duda es tan variada según las distintas zonas que componen Isalo: un bosque seco y espinoso, kilómetros de sabana y una vegetación exuberante. Por la tarde, aperitivo al atardecer al pie de las rocas. Almuerzo picnic dentro del parque. Alojamiento con desayuno en Isalo Ranch.

Dejamos atrás el árido macizo de Isalo para recorrer hacia Fianarantsoa, capital de Betsileo. El paisaje cambia de rocas desérticas a verdes terrazas de arroz. Las terrazas de arroz características de las tierras altas aparecen poco a poco. Visitamos la reserva de Anja, donde los lémures maki saltan entre rocas de granito, y Ambalavao, famosa por sus bodegas y el papel Antemoro. Cada vez más nos acercamos a Fianarantsoa, más el aire se vuelve fresco. Elevada en sus colinas, la ciudad revela su encanto colonial. Tras una breve parada, continuamos hacia el Parque Nacional de Ranomafana. Alrededor de 10 horas de recorrido con paradas, 350 km. Alojamiento con desayuno en Centrest.

Una hermosa mañana de inmersión en el corazón de uno de los bosques tropicales más bonitos de Madagascar. El Parque Nacional de Ranomafana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un auténtico santuario de la biodiversidad, donde reina la naturaleza. Acompañados por un guía, recorremos la exuberante selva del parque, cruzando cascadas y ríos. El dosel arbóreo vibra con los cantos de los lémures, incluido el escurridizo hapalemur dorado, una joya endémica de esta reserva. El parque también alberga una fauna excepcional: camaleones, ranas minúsculas y aves endémicas se esconden entre helechos gigantes y árboles centenarios. Alojamiento con desayuno en Centrest.

Alrededor de 8 horas de recorrido con paradas, 240 km Después del desayuno, partimos por la RN7 a Ambositra, conocida por sus rosas y artesanía. Admiramos el trabajo de los artesanos Zafimaniry, expertos en marquetería y tallado en madera, patrimonio cultural único. Almuerzo libre. Por la tarde, la carretera atraviesa las tierras altas, con sus terrazas de arroz y pueblos tradicionales de ladrillo rojo. Por el camino, el enfriamiento de la altitud empieza a sentirse, anunciando la llegada a Antsirabe, ciudad termal de encanto colonial, famosa por sus coloridos rickshaws y sus talleres artesanales. Alojamiento con desayuno en Les Chambres du Voyageur.

Alrededor de 5 horas de recorrido con paradas, 170 km. Una de las regiones más bonitas de las tierras altas de Madagascar. Visitamos por la mañana los alrededores de Antsirabe. Senderismo por las llanuras y pueblos del Vakinakatra. Tras la visita, abandonamos Antsirabe para alcanzar finalmente la capital. Registro en el hotel a última hora de la tarde. Alojamiento con desayuno en "Les 3 Métis".

Últimos momentos en tierras malgaches... Dependiendo de la hora de su vuelo, podría relajarse en el hotel o en los alrededores para disfrutar por última vez del ambiente local. Traslado al aeropuerto a la hora apropiada, con asistencia personalizada hasta el check-in. ¡Buen regreso a su país, y hasta pronto para nuevas escapadas!