Maravilla geológica resultante de las sales minerales contenidas en los manantiales de agua caliente, Pamukkale parece una escalera nevada gigante sobre la que se han formado unas piscinas naturales. De ahí su nombre, que significa "castillo de algodón" en turco. El sitio es una auténtica maravilla y deberás recorrerlo descalzo hasta su cumbre, donde se erige el emplazamiento histórico de Hiérapolis.
Aunque el sitio es tan impresionante que merece formar parte del itinerario de cualquier viaje por Turquía, debo admitir que el exceso de gente hacía que me resultara un poco hortera. Al estar lleno de turistas haciéndose fotos con todo tipo de poses extrañas, y de tiendas de souvenirs que intentaban venderle chorradas a los visitantes a toda costa, Pamukkale perdía un poco de su encanto y de su grandeza.
Pamukkale significa "castillo de algodón" en turco. De hecho, es un sedimento transportado por las aguas termales lo que les da este aspecto tan fuera de lo común. El sitio consta de 17 manantiales, nada más y nada menos. Durante mi visita a esta ciudad de turquía, me quedé in habla al ver estas cascadas escalonadas de un color azul tan puro, sobre un fondo blanco inmaculado. Es una de las más bellas maravillas de la naturaleza que he visto jamás.
Pamukkale tuvo algunos patinazos en su acondicionamiento turístico para responder a la demanda de sus múltiples visitantes. Sin embargo, desde que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, el sitio está bien protegido.
Debes incluir una visita a Pamukkale en tu itinerario durante tu próximo viaje a Turquía.
Inscrito en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO desde 1988, Pamukkale es uno de los lugaresimprescindibles que se han de visitar durante un viaje por Turquía. Disfrutarás la experiencia sensorial de pasear con los pies desnudos sobre estas cuencas de agua termal. Hay diecisiete fuentes que dan origen a estas formaciones calcáreas.
Pamukkale, lugar natural, destaca sobre el escenario de montañas que se alza a su alrededor. La blancura de la piedra caliza resplandece bajo el sol. Me gustaron estas creaciones con forma de concha gigante. Descubrí este lugar en el mes de octubre, sin duda el momento más propicio.
Dedica algunas horas a dar un paseo por Hierápolis. Esta antigua ciudad la fundó en el siglo II a. C. un rey de Pérgamo. Alberga una importante necrópolis, así como algunas construcciones antiguas. Para los que traigan bañador, siempre hay mucha actividad en la piscina termal de este lugar. Conocida por sus virtudes terapéuticas, atrae a un buen número de visitantes...