Durante mi estancia en la ciudad de Ho Chi Minh, me quedé en casa de unos amigos que vivían en la planta 21 de un gran edificio. Desde ahí arriba me pude dar cuenta del tamaño real de la ciudad: Ho Chi Minh es una inmensa megalópolis de más de 7 millones de habitantes. Miraras a donde miraras, la ciudad no se acababa nunca. También me di cuenta de la increíble cantidad de escúters y motos de todo tipo que circulaban por las calles, haciendo el tráfico muy peligroso.
Además de la ocupación masiva de las calles en sus dos carriles, de esta ciudad recuerdo su increíble energía, su rápido desarrollo, sus edificios compitiendo en altura y un montón de cosas que ver. Para comprender mejor uno de los terribles sucesos que marcaron el país, no te pierdas el museo de los vestigios de la guerra. Un destino más a añadir en tu circuito por Vietnam.
No se puede ir a Vietnam sin parar en Ho Chi Minh. Es la ciudad más dinámica del país y está en plena expansión.
Ho Chi Minh es una ciudad cultural donde se puede disfrutar de muchos museos. Solo puedo aconsejarte el emocionante museo de los vestigios de la guerra porque es el único que visité. Conmovedor e interesante, aunque sea solo por la riqueza de sus fotografías. La catedral, la oficina de correos, el barrio colonial y el barrio chino también merecen mucho la pena.
En esta ciudad hay marcha por todas partes. Los bares, los restaurantes y los alojamientos cuelgan el cartel de "completo" en las calles más turísticas: la calle de Pham Ngu Lao y la calle de Bui Vien son un punto de encuentro para mochileros y vietnamitas, que comen y beben durante toda la noche.
El mercado de Ben Thanh es de visita obligada por su variedad de productos, pero los vietnamitas saben que hay muchos turistas, así que deberás prestar atención y negociar bien los precios.
Para mí, la ciudad de Ho Chi Minh también es símbolo del calor. ¡No se para de sudar!