La ciudad de Diliján es también conocida como la Suiza de Armenia, y quizá sea exagerar un poco. No obstante, he de reconocer que Diliján es, sin duda, uno de los pueblos más agradables de este pequeño país. Diliján es una pequeña ciudad termal situada en las verdes colinas del parque nacional de Diliján . Además, la ciudad ofrece una adorable arquitectura colonial con casas de madera y tejados inclinados, empinadas calles adoquinadas y unas vistas impresionantes de las montañas que rodean la ciudad.
Se trataba de un destino turístico armenio durante la época comunista, y atraía a toda la "intelligentsia" del país. Actualmente, Diliján sigue siendo un destino bastante popular y esto se aprecia observando el número creciente de hoteles y pensiones que acogen a grupos de visitantes. Además, Diliján se encuentra a pocos kilómetros de increíbles monasterios, como los de Haghartsin o Goshavank, por lo que esta ciudad constituye una bonita base desde la que explorar la región circundante.
Pasé tres días en Diliján explorando los alrededores con 40 centímetros de nieve (fui a finales de noviembre). ¡Me encantó!
Diliján es el lugar perfecto para los amantes del senderismo. La mayoría de rutas en esta región te llevarán a los monasterios, que a menudo se encuentran en lo alto de las montañas, con unas vistas increíbles del valle. El parque nacional también merece la pena y ofrece bonitas marchas en un entorno alpino.
Guardo un buen recuerdo de Dijilán a pesar de la abundante nieve en polvo. Reservé alojamiento en una casa de huéspedes a pocos metros del centro de la ciudad. Esta es la mejor forma de experimentar de primera mano la vida local. La mayoría de las veces, te ofrecen la opción de desayunar y cenar con ellos.
Por la noche, la ciudad es más tranquila, pero hay varios restaurantes. Los restauradores te recibirán con muchas más ganas si sabes algo de ruso.
Si viajas a Armenia durante el verano, Dilidjan es una parada estupenda para encontrar un poco de tranquilidad y frescor.
La ciudad se visita muy rápidamente (con una tarde basta). Sin embargo,vale la pena pasar una noche allí para disfrutar de la paz del lugar y probar la cocina local en uno de los restaurantes de la ciudad, o en casa de algún habitante si es que has optado por una habitación de una casa de húespedes.
Por otra parte, Dilidjan se encuentra ubicada en un Parque Nacional, que invita a dar paseos por el lago Parz o el hermoso monasterio de Haghartsin del siglo XIII. El monasterio está un poco alejado de Dilidjan, pero se puede llegar en taxi desde la ciudad. Otra opción es pedir a un taxi que te deje en el camino que lleva al monasterio. La caminata dura 2 horas con unas cuestas a veces un poco empinadas. Así que lleva contigo suficiente agua, el esfuerzo valdrá la pena.
El camino serpentea por el bosque, en donde se han construido pequeñas cabañas para hacer picnic. Nos encontramos una familia que nos invitó a compartir el almuerzo con ellos. Fue uno de los encuentros más sorprendentes e inesperados del viaje.