Incluso en los meses de invierno como diciembre, fuera de la temporada alta, Egipto ofrece muchas oportunidades para bañarse, especialmente en las aguas cristalinas del mar Rojo. Las temperaturas diurnas del agua en esta región siguen siendo agradables, de alrededor de 24 grados, lo que permite disfrutar plenamente de los placeres acuáticos. Destinos populares como Hurghada y Sharm el-Sheij son ideales para los amantes del baño y el buceo, con hermosas playas de arena fina y aguas tranquilas, perfectas para nadar, incluso en pleno invierno.
Para quienes buscan lugares más tranquilos, lejos de las zonas más concurridas, dirígete hacia zonas alternativas como Dahab o Marsa Alam. Estas dos ciudades, situadas en la costa del mar Rojo son conocidas por sus playas más aisladas y sus arrecifes de coral bien preservados.
En Dahab, por ejemplo, podrás bañarte en calas naturales, mientras admiras unos paisajes impresionantes. Marsa Alam, por su parte, es conocida por sus playas salvajes y sus aguas ricas en biodiversidad. Aquí, incluso podrás tener la oportunidad de nadar junto a dugongos, primos de los manatíes, o tortugas marinas que habitan la región, siempre asegurándote de mantener una distancia mínima para no molestarlos.