Cianjur (Indonesia)

Me quedé en la casa de un habitante de la ciudad. Me recibieron muy bien y su madre preparaba cosas muy ricas. Su casa estaba en un distrito pequeño donde la gente hace vida en común: comen en casa de los unos o de los otros, los adultos están pendientes del niño del vecino, etc. ¡Como una gran familia!

Para los aficionados a viajar fuera del camino marcado, ¡esta ciudad es perfecta!
Mi huésped me llevó a ver un pueblo flotante, los cultivos de caucho y de té, hicimos una ruta con bicis de montaña (¡atención, hay que estar en buena forma!), vimos los arrozales, comimos en la calle, fuimos a un concierto de blues y a un cumpleaños con todas sus tradiciones. En resumen, ¡una experiencia fantástica!