El Parque Nacional de Semeru ofrece unas vistas increíbles, como si estuviésemos en otro planeta. Es impresionante ver cómo la vida continúa en esta tierra estéril tras haber sufrido varias erupciones. Lo que más me gustó en Arcopodo fue encontrarme frente a las dos pequeñas estatuas gemelas a las que los locales dan honra de forma hipnótica.
Frente a ellas se encontraban numerosas ofrendas, y las estatuas portaban sus ropas (algo muy típico en Indonesia). Pude hacer muchas preguntas a los habitantes, algo que me resultó muy divertido.
En conclusión, Arcopodo es un lugar que vale la pena visitar en la isla de Java, ya sea que seas un aficionado a las caminatas o no, te va a gustar. Sin embargo, recuerda llevar bastante agua y comida en esta región remota.