Malanges una ciudad verde, o esa fue la impresión que me dio mientras deambulaba por los alrededores del mercado de los pájaros, una de las atracciones principales de la ciudad.Personalmente,Malangera una etapa para descansar un poco. La idea era parar dos días y tomar un poco de aire antes de lanzarnos a la excursión de los volcanesBromoeIjen.
Aunque la mayoría de la gente que va de viaje por Indonesia marcha hacia elBromo desde Bali o desdeProbolinggo, nosotros habíamos elegidoMalang, ya que veníamos desde la otra punta de Java, y porque en esta ciudad hay cosillas interesantes.Además del mercado de los pájaros, donde también hay plantas, animales y, más abajo, el rincón de los artistas, vimos una iglesia que lindaba con una mezquita y con un templo chino, comimos en un restaurante colonial de los años treinta y fuimos a ver las tiendas de enfrente, donde vendían cosas muy chulas.
Por último, probamos un masaje de espalda en una especie de ultramarinos. Fue una experiencia bastante inesperada por el sitio, pero también porque eran ciegos (!)
Malang era mi primera parada en Java para descansar antes y después de mi viaje a Ijen y Bromo. No es una localidad muy turística ni, realmente, una visita imprescindible durante un viaje por Indonesia. Sin embargo, es una agradable parada para ver un poco más de autenticidad y sumergirse en la cultura del país, en una vibrante ciudad de estudiantes.
Malang no es especialmente bonita, a excepción de una o dos calles, algunas mezquitas y monumentos, pero es fácil de recorrer a pie, especialmente, alrededor del mercado de animales y aves. Me encantó su ambiente caótico y estudiantil, aunque no llegaba a ser muy exótico. Cogiendo los mini-buses que salen de la estación de autobuses o del centro de la ciudad, puedes moverte fácilmente por la zona. Por mi parte, decidí visitar la plantación de té de Wonosari, un lugar muy interesante y bonito, donde es fácil pasar varias horas de caminata por las plantaciones.