La importancia de la religión en Italia toma una dimensión única debido a que Roma es el hogar de la Ciudad del Vaticano, el lugar más importante del catolicismo.
La religión, un poderoso legado en Italia
Italia es uno de los paises de Europa donde más personas practican el cristianismo. En torno al 92% de la población es cristiana e incluso aunque solo el 25% afirma ser practicante, es una de las tasas más altas de Europa.
De hecho, todas las ciudades italianas están salpicadas de magníficas iglesias y catedrales, y cada pueblo dispone de su propio lugar de culto. Contrariamente a España, las iglesias rara vez están vacías los dias de misa.Las fiestas religiosas se suelen celebrar de forma masiva y familiar, especialmente la Semana Santa, que es un momento para reunirse con la familia.
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Flickr cc Thierry Beauvir
La ciudad del Vaticano, situada en el corazón de Roma, es un estado independiente de Italia y la residencia fija del Papa. Por eso, Italia siempre ha sido el corazón del catolicismo, y hoy en día, cientos de miles de fieles procedentes de Italia y de todo el mundo se dan cita durante la misa papal, la elección de un nuevo Papa o durante una bendición. Evidentemente, es una visita imprescindible durante una visita a Italia, pero muchos italianos visitan igualmente este centro religioso durante todo el año.
La religión en la actualidad
Hoy en día, otras religiones, aunque sea de forma minoritaria, están presentes en Italia, como el judaísmo o el islam, ya que la Constitución italiana garantiza la libertad de culto. La sociedad actual parece bastante tolerante en lo que respecta a la religión en la escuela y en el trabajo, y muchas empresas permiten los símbolos religiosos en sus instalaciones. Muchos comedores de empresa y de colegios ofrecen también comidas adecuadas para diferentes religiones.
Las iglesias son muy populares en Italia, todavía en 2015, y algunos estudios incluso muestran un renovado interés por la religión en el país. Durante una estancia en Italia, puedes asistir a una misa en el Vaticano y la Plaza de San Pedro: un punto cargado de simbolismo y emotividad para muchas personas.
