Para determinar cuándo viajar a Cuba, es importante considerar varios factores. Sin duda, el clima es un aspecto esencial a tener en cuenta. Cuba tiene dos estaciones bien definidas: la seca, de noviembre a abril y la lluviosa, de mayo a octubre. Sin embargo, esto no significa que no se pueda disfrutar del país durante la temporada de lluvias. De hecho, la lluvia suele ser corta y seguida de sol, y la naturaleza se muestra en todo su esplendor.
Además, durante la temporada de lluvias, es temporada baja de turismo, lo que puede resultar en mejores precios en vuelos, alojamiento y otros servicios turísticos. En contraste, la temporada alta (noviembre a marzo y julio a agosto) suele ser más costosa, con más afluencia de turistas y unos servicios más saturados.
Si lo que buscas es disfrutar de sus playas, de febrero a julio son los meses con temperaturas de agua más cálidas y abundante sol. Aunque julio es un mes caluroso, también coincide con las vacaciones de los lugareños, lo que puede brindar una experiencia más auténtica. Sin embargo, es importante tener en cuenta que de agosto a noviembre es la temporada de huracanes.