Si llegas a Helsinki, tómate uno o dos días para visitar la capital finlandesa y su arquitectura típica, una mezcla de influencias rusas y escandinavas. No muy lejos de allí, Porvoo se encuentra entre los destinos más acogedores de Finlandia: sus fachadas de color rojo y sus calles empedradas están bordeadas de tiendas y talleres de chocolate, en las que podrás beber un delicioso chocolate caliente. La naturaleza está por todas partes, y pasar unos días alrededor de Piirlahti debería ofrecer buenas opciones.
Para una estancia 100% en la naturaleza, las posibilidades son numerosas. En invierno, visita Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa y ciudad natal de Papá Noel. Entre las actividades propuestas se encuentran: observación de auroras boreales u osos polares, esquí de fondo y visita a los parques naturales. En verano, el parque nacional de Hossa o la zona alrededor de Ivalo son muy buenas opciones.
Y para una estancia menos deportiva, también puedes disfrutar de las actividades de ocio de Tampere y del parque de atracciones de Särkänniemi.