Yogyakarta (Indonesia)

Es difícil recorrer Indonesia y, sobre todo, Java, sin pasar por Yogyakarta. Es una especie de punto de encuentro de los backpackers en Indonesia. Como se encuentra en el centro de la isla de Java, es una ciudad de paso obligado, sobre todo porque la línea de tren que sale desde Yakarta pasa por allí (y el tren es un medio de transporte muy importante en Indonesia). Lo fue para mí cuando fui a la meseta de Dieng pasando por Borobudur y, después, a la vuelta, volviendo por el otro lado para ir al volcán Bromo y luego hacia Bali.

Concretamente no hay gran cosa que ver en Yogyakarta en sí. De todas formas la recorrí un poco y me paseé por las callejuelas del barrio de las guesthouses y visité el mercado, pero sobre todo hay tiendas y un ambiente más bien urbano. Esta etapa me sirvió sobre todo para descansar y pasar allí la noche para luego proseguir mi viaje. Solo me arrepiento de no haber visto el jardín de flores del palacio del sultán (Taman Sari), que data del siglo XIII.

Yogyakarta no deja a nadie indiferente durante un viaje por Indonesia. O te gusta o no te gusta, pero al menos sentirás curiosidad por esta sorprendente y enorme ciudad. Recuerdo que, sobre todo, me encantó el mercado de las aves del domingo por la mañana, cuando cuelgan a los pájaros a lo alto de unos inmensos mástiles para que la gente les oiga cantar desde lejos.

Jogyakarta es una de las ciudades de Indonesia con más marcha. No dejes de ir a los bares y clubes del centro de la ciudad y pídele a los habitantes locales que te recomienden los sitios de moda.

Los alrededores de la ciudad de Jogyakarta son especialmente bonitos: los relieves escarpados del volcán Merapi se prestan a hacer bonitas caminatas.