El pueblo de Aguas Calientes ha crecido de forma considerable, debido principalmente a que está situado a los pies del famoso Machu Picchu, lo que le proporciona una ventaja. Puesto que este es un imprescindible para aquellos que visitan Perú, los turistas también acuden en masa al pueblo de Aguas Calientes. Hoy en día, este se ha convertido en uno de los lugares más caros de Perú, a pesar de que no posee para nada el encanto típico de los otros destinos del país. De hecho, en mi opinión, no merece para nada la pena visitar el pueblo, se trata tan solo de una etapa más en el camino hacia la visita del imprescindible Machu Picchu.
Si, como me pasó a mí, llegas al pueblo tras una larga caminata, con los músculos destrozados por los kilómetros recorridos, lo mejor que puedes hacer es meterte de cabeza en los baños termales naturales de Aguas Calientes. Como su propio nombre indica, se trata de baños en los que podrás de disfrutar de agua caliente. La entrada es muy asequible y para los que se hayan olvidado de traer el bañador, que no se preocupen. Podrán alquilar uno allí mismo.
Y ya que no se puede evitar pasar por este lugar, más vale disfrutar de la experiencia. La última vez que estuve allí, descubrí un restaurante excelente que se llama Indio Feliz. Está muy cerca de la plaza de armas. Es un sitio un poco más caro de lo que te encontrarás en general en Perú, pero vale su peso en oro. Todo está delicioso.
Para llegar a Aguas Calientes, puedes coger el tren en Hidroeléctrica. Pero si tienes un presupuesto reducido o eres un aventurero, puedes ir a pie, solo tienes que seguir la vía. Te lo recomiendo porque te permitirá ir a tu ritmo, disfrutar del paisaje e ir aproximándote despacio y de forma segura al Machu Picchu. Esta decisión me ha permitido seguir el curso del río Urubamba, rodeado las imponentes montañas que esconden la ciudad inca. Cuenta con 3 horas de caminata, tomándote tu tiempo y presta atención a no tardar demasiado para evitar tener que encontrar el camino en la penumbra de la noche: ¡aquí el sol se oculta pronto!
Tras la jornada de descubrimiento del Machu Picchu, Aguas Calientes reserva una bonita sorpresa : los manantiales de aguas termales a cielo abierto en lo alto del pueblo. ¡Fue perfecto! Tras la subida a la montaña del Machu Picchu, pude disfrutar de un buen baño caliente mirando las estrellas, ¡por solo 10 soles! Cuando volvía al pueblo para acostarme y recuperar, me encontré con varios bares todavía abiertos. Me regalé un pisco sour para rememorar esta maravillosa jornada.
Mi opinión sobre Aguas Calientes es bastante moderada, por decir todo. Es, evidentemente, muy turístico. Verdaderamente, la principal razón ( y única para mi gusto) de venir aquí es el Machu Picchu. Punto. El pueblo no parece más que una sucesión de hoteles y de tiendas para turistas...
El mercado cubierto, sin embargo, es muy bonito, perfecto para hacer compras. ¡Está abarrotado de colores! Evidentemente, la etapa no es desagradable. Pero solo es eso...¡una etapa de tu viaje a Peú ! Nada más.
Cuestión geográfica, está situado a 400 metros por debajo del Machu Picchu, por tanto, en el corazón de montañas llenas de verdor. El marco es idílico. El punto positivo de su situación es que al final, se tiene la impresión de estar en un extremo del mundo...Has conseguido hacer la visita a la ciudad inca.
Para llegar: una única forma. El tren El tren más caro del mundo...Es poco decir...Por ello, a menos que vayas al Machu Picchu caminando, prepárate a sacar el monedero.
Voy a pasar varias semanas en Osorno mientras trabajo en un albergue de juventud.
Tengo dos días de vacaciones y aprovecho para ir al parque Puyehue, que es fácilmente accesible desde Osorno en autobús. El último día, después de caminar bastante por todo el parque, decido hacer una breve pausa en Aguas Calientes para probar las famosas piscinas naturales de agua caliente. Estamos en plenas vacaciones escolares de verano y hay mucha gente, sobre todo familias que vienen a pasar el día.
En lugar de ir a la piscina de pago, que además no es muy bonita, bajo al río, donde hay varias piscinas más pequeñas en las que se bañan las familias. Cualquier lo diría, porque en general el agua de los ríos suele estar fría, ¡pero te llevarás una gran sorpresa cuando veas que el agua de estas piscinas está caliente! Además, el agua no está en todos sitios a la misma temperatura. Y pensar que todo esto es producto de la naturaleza... Las piscinas no son muy cómodas, porque no son muy profundas y están llenas de guijarros, ¡pero sigue siendo un lugar original y agradable! Debes probarlas durante tu viaje por Chile.
Tuve la oportunidad de ir a Aguas Calientes cuando residía a 80 km de allí, en Osorno. En el corazón del Parque Nacional Puyehue, las Aguas Calientes son dos estanques de agua caliente en pleno corazón de la naturaleza. Las aguas del río son conocidas por sus virtudes terapéuticas y atraen a muchos chilenos y turistas.
Muy frecuentado por las familias chilenas durante el fin de semana, Aguas Calientes es el lugar ideal para hacer un pícnic y bañarse. Una vez allí, los chilenos me recomendaron bañarme directamente en el río. Al principio era escéptico, pero para mi sorpresa, ¡el agua estaba agradablemente caliente!
Por lo que te aconsejo hacer como yo, ¡no gastes tu dinero inútilmente y el baño será mucho más agradable!