Sudáfrica con niños

- Fotografiar a los Big Five : Aprovecha la veintena de parques nacionales y reservas privadas de Sudáfrica para conocer a estos mamíferos legendarios: el león, el leopardo, el rinoceronte, el elefante y el búfalo.
- Admirar la naturaleza variada : Desde el Jardín Botánico de Kirstenbosch hasta el cañón del río Blyde, descubrirás la naturaleza en todas sus formas.
- Respirar el ambiente de Ciudad del Cabo : Después de visitar la ciudad, el planetario o el centro de ciencias, ¿qué mejor que tomar un poco el aire en la Montaña de la Mesa?
- El cabo de Buena Esperanza : Al sur, al final, al extremo de Sudáfrica, está el Cabo de Buena Esperanza. Paisajes magníficos y una indescriptible sensación de haber llegado al fin del mundo.
- Ver pingüinos, ballenas y leones marinos : Es algo diferente ver a estos animales en su entorno natural. Comprobarás la magnitud y el encanto del océano Índico.

Dependerá sobre todo de los animales que quieras ver. La temporada seca, entre mayo y octubre, es ideal para visitar los parques nacionales del noreste del país. Durante los últimos meses de la temporada seca, el agua escasea, lo que facilita la localización de los animales.
La temporada de lluvias, de junio a agosto, no impide tener una gran experiencia de safari, ya que se caracteriza por pequeñas lluvias pasajeras que refrescan el día. Además, la vegetación se vuelve más exuberante, lo que hace que algunos paisajes sean aún más espectaculares. Para ver ballenas es mejor ir en el periodo de julio a octubre, que es cuando migran.

Para evitar tomar un avión (o pasar días enteros conduciendo en tu coche propio o de alquiler), deberás elegir una parte de Sudáfrica o hacer un viaje largo. En unas dos semanas, tienes dos opciones principales: desde Ciudad del Cabo o desde Johannesburgo.
Desde Ciudad del Cabo, después de visitar la ciudad y haber disfrutado de las vistas desde la cima de la Montaña de la Mesa, dirígete a Hermanus. Si la temporada es buena, podrás observar ballenas, pingüinos y leones marinos. Continúa tu recorrido por la Ruta Jardín. Oudtshoorn, la bahía de Plettenberg, reservas naturales... hay muchas etapas. Al final de todas ellas: las playas de Port Elizabeth para relajarte.
O bien desde Johannesburgo, las opciones son variadas. Al sur, el parque nacional Golden Gate Highlands. Al este, el estuario de St. Lucia y la bahía de Kosi. Al norte, el cañón del río Blyde y el famoso parque Kruger.

Puede ser difícil hacer un safari con un bebé (tanto para él como para los padres). Entre el polvo y el calor, los peques de la casa podrían sufrir sin realmente disfrutar de la presencia de los animales.
Es mejor planificar otras actividades con un bebé o niños pequeños si deseas viajar a Sudáfrica en familia. Una agencia local sabrá aconsejarte para elegir las mejores actividades según la fecha de salida de tu viaje y planificar con meses de antelación toda la logística durante tu itinerario.

Todos conocen el parque Kruger, ¿pero sabías que hay muchas otras reservas en Sudáfrica? Hay más de cuarenta parques y reservas donde ver a los famosos Big Five, pero también muchos otros animales. Por un lado, los parques nacionales, que a veces se extienden sobre áreas muy grandes, permiten a los viajeros la posibilidad de descubrir los animales en total libertad. Algunos de ellos, sin embargo, están muy concurridos.
De tamaño a menudo más reducido y normalmente adyacentes a los grandes parques nacionales, las reservas permiten ver animales salvajes y disfrutar de una mayor variedad de actividades: safaris nocturnos, a pie o en bicicleta... Su menor tamaño y el mayor acompañamiento en estas reservas las hacen ideales para un viaje con niños. Además, suelen ofrecer actividades adaptadas para que, con los pequeños de la casa, viváis una gran aventura en familia.

Para un viaje a Sudáfrica, aquí tienes algunos imprescindibles para meter en la maleta al visitar este lugar único:
- Ropa cómoda y de colores neutros para no llamar la atención de los animales.
- Ropa ligera para un safari durante el verano austral.
- Un polar o ropa abrigada de manga larga para las noches al aire libre.
- Un impermeable si viajas durante la temporada de lluvias.
- Protección solar: gafas de sol, sombrero, gorra, crema solar biodegradable.
- Buen calzado para hacer senderismo.
- Una botella de agua y una bolsa de tela para evitar plásticos de un solo uso.
- Un botiquín de primeros auxilios y repelente de mosquitos.
¡Y acuérdate de viajar ligero de equipaje! Para que tu viaje sea lo más ecológico posible, también hay que tener en cuenta la maleta (y su peso).