Muy cerca de Catania, el Etna es el volcán activo más alto de Europa, y de hecho, uno de los más activos del mundo. Una experiencia increíble para descubrir el entorno de un volcán activo.
Aconsejo:
Deberéis levantaros muy pronto para poder ir a lo alto del Etna. Pero será mejor que os informéis de antemano preguntando a las autoridades locales, de cara a poder tomar todas las precauciones que sean necesarias, en función de las condiciones volcánicas y del tiempo.
Mi opinión
Desde Taormina, en dirección al volcán Etna. La carretera de montaña es sinuosa pero hay pocos turistas (en julio). Piavo Provenzana, es el refugio, el lugar a donde empezar a caminar. Esta estación fue destruida por completo con la erupción de 2002. Se puede distinguir perfectamente la vieja colada de lava. El entorno parece apocalíptico, gris, con árboles esqueléticos, algunos aún en pie, y algunas construcciones prefabricadas para reactivar la actividad económica.
Tomamos un autobús 4x4 hasta los 2800 m. La subida en autobús, es impresionante, rodeados de la roca de lava negra y el polvo. La vue sur la vallée est d’autant plus splendide que nous prenons de l’altitude.
Algunas partes estaban cubiertas de nieve, por aquí y por allí, de toda aquella extensión negra, y algunas arboledas verdes, casi fluorescentes, renacidas en las cenizas de erupciones antiguas.
El autobús se para. Una pequeña procesión de turistas (diez) se une a las cumbres del volcán Etna dirigidos por un guía (prisa). La respiración es breve ... para todos. El aire es fresco. La pequeña colonia de excursionistas sube a los cráteres de la cumbre a 3330m. Los vapores de azufre salen al aire libre. El paisaje que se descubre es lunar, apocalíptico. La tierra tiene el color del azufre, amarillento, rojizo. Las fumarolas nos rodean. El espectáculo natural que ofrece el Etna es increíble, tanto las vistas del valle y las islas Eolias a lo lejos, como también el entorno volcánico de este cráter.
Un día increíble con un paisaje impresionante. Una experiencia muy recomendable.
